This is me

15.4.18

No soy un extraño para la oscuridad...

Años atrás la sociedad no paraba de mandar mensajes, incluso actualmente. Mensajes que dicen que no te aceptan, personas que se meten con la orientación sexual de otras, con el aspecto físico, con los sentimientos... Simplemente porque no somos como ellos quieren, porque somos distintos. Nos obligan a estar escondidos, a avergonzarnos de nuestras cicatrices y de nuestros sentimientos, nos hacen sentir que nadie nos querrá como somos.

Con pocos años empecé a pedir muñecas, cuando íbamos a comprarlas al centro comercial fingía que eran un regalo para una compañera, para evitar las miradas, las risas y los comentarios. En casa disfrutaba disfrazándome y poniéndome los tacones de mi madre, me fascinaba, aunque una vez soñé que iba al colegio con falda y se reían de mi.
Unos años más tarde fuí a un instituto de uniforme, en las normas no especificaba mucho en cuanto a formas, solo sobre los colores y estilos. Así que acabé cambiando algunas cosas para adaptarlo a mi propia personalidad. Esa era y es mi rebeldía, mi forma de decir "Soy distinto y aquí estoy, no voy a cambiar por vosotros". Quizá no me iba defendiendo y gritando, pero mi libertad, mi forma de expresión y mis armas eran la ropa y el aspecto. La moda era mi refugio.

Soy un hombre que se enamora de hombres, soy un hombre que llora mucho, soy un hombre que abraza y besa cuando siente, soy un hombre gordo que viste como quiere, soy un hombre pacífico al que le encanta el arte y la creatividad. Soy una persona que ha crecido entre insultos, entre prendas que no llegaban a mi talla, me han hecho creer que era inferior a los demás por ser como soy. Aún hoy me da vergüenza hacer algunas cosas por cómo reaccionarán, por si me aceptarán o me pondrán mala cara por no ser suficientemente bueno para ellos. Es una herida que aún no está cerrada, pero que con los años va cicatrizando y la cura es no pensar tanto las cosas.

Pero ante todo soy una persona con un par de narices que ha defendido siempre su personalidad y al final no se ha amedrentado ante los demás. He seguido vistiéndome como he querido y pisando muy fuerte.

Este soy yo, y vosotros... ¿Cómo sois?

Es hora de ser uno mismo.